La simbología es un término últimamente de mucha repercusión, sobre todo en las “mass media”, pero que a su vez no es nada novedoso. Ésta pretende crear representaciones tangibles y/o perceptibles sobre algo o alguien. Por ejemplo: una persona con rostro barbudo y con turbante se asocia a un supuesto origen arábigo y éste a terrorista. Esta escueta conclusión cobro fuerza después de los atentados contra el World Trade Center, EE. UU., el 11 de septiembre de 2001.
|
Estereotipo de belleza "vintage". Imagen
tomada de "Google imágenes" |
Los estereotipos no se pueden desvincular de la simbología –están asociados y se necesitan uno del otro-, debido a que por medio de éstos se crean conductas y condiciones de acuerdo a intereses particulares y colectivos. La Real Academia Española define por estereotipo “imagen o idea aceptada comúnmente por un grupo o sociedad con carácter inmutables”, mientras que la Wikipedia lo define como “imagen trillada, con pocos detalles acerca de un grupo de gente que comparte ciertas cualidades, características y habilidades”. Esto quiere decir que usted a través de una imagen pre-condicionada asocia una condición con algo sea o no exacto.
|
Estereotipo de belleza en nuestros
tiempos. "Google imágenes" |
Es común ver y escuchar en diferentes medios de comunicación que la “raza blanca es sinónimo de belleza”, la pobreza es igual a “violencia, delincuencia e ignorancia” y que la acumulación de riqueza y pertenencias es tener “estatus”; en estas frases se hace uso de la formación estereotípicas de sociedades a través de la simbología que, a juicio de los que creen en ellas, son irrefutables y tan correctas como que la tierra es redonda y achatada en los polos. Definitivamente no es una verdad absoluta, porque existe belleza no blanca y pobres que llegan a ser mucho más educados que los que tienen mayor cantidad de dinero en los bancos. Agrego más, al sentarse un adinerado y un humilde en el inodoro no hay estatus que valga.
Les confieso que he sido víctima directa de los estereotipos. En la secundaria hablaba con una de las secretarias de la institución sobre temas varios y en medio de esa alharaca ella me interpeló sobre mi lugar de hábitat, yo con sinceridad le respondo que en un urbanismo popular, su respuesta fue contundente y no muy gloriosa, –“no pareces de los que son de ahí”. No se puede culpar a esta mujer de semejante aberración, más bien, a mi juicio, tiene una concepción errónea creada desde bombardeos mediáticos y sociales.
La imposición de estereotipos de belleza, riqueza, pobreza, etc. es lo que abunda en nuestro mundo. Se utilizan a personalidades como símbolos o íconos para infundir en la población una esperanza de verse “tan grandes y poderosos” como ellos –así se sepa que es casi imposible por no decir imposible-. Estrategias similares se aplican en el ámbito político con resultados tan feroces como el nazismo hitleriano.
|
Imagen del film "Billy Elliot", donde se refleja los estereotipos
de géneros condicionados. "Los niños no bailan, juegan al fútbol"
"Google imágenes" |
Se tiene que dejar de pensar de esta forma, esto se logra mediante la educación y la concienciación de la generación de niños y jóvenes que serán los adultos del mañana. En definitivo, el secreto está en la diversidad. Difundamos y disfrutemos nuestra diversidad, no le temamos a ello; solo así se derrumbaran las tediosas y lóbregas imposiciones del sistema social establecido.
*Ensayo realizado para la asignatura de semiótica, comunicación social.